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.Yque la vida es larga, hasta que deja de serlo.Dile tambi�n que nos encontraremos de nuevo, y que en esaocasión espero darme m�s ma�a que hasta ahora, y matarlo.Sin acaloramientos ni rencores: con calma,espacio y tiempo.Se trata de una cuestión personal.Profesional, incluso.Y de profesional a profesional,estoy seguro de que �l lo entender� perfectamente.�Le dar�s el mensaje?  de nuevo el destello blanco lecruzó la cara, peligroso, como un rel�mpago.Voto a Dios que eres un buen mozo.Se quedó absorto, mirando de nuevo un punto indeterminado de la plaza llena de veladuras grises.Hizodespu�s un gesto como para irse, pero se detuvo antes. Por cierto  a�adió, sin mirarme.La otra noche, en el Portillo de las �nimas, estuviste muy bien.Aquellospistoletazos a bocajarro.Pardiez.Supongo que Alatriste sabr� que te debe la vida.Sacudió las gotas de agua de los pliegues de la capa y se embozó con ella.Sus ojos, negros y duros comopiedras de azabache, se detuvieron por fin en m�. Imagino que nos volveremos a ver  dijo, y echó a andar.De pronto se detuvo, vuelto a medias.Aunque,�sabes? Deber�a acabar contigo, ahora que a�n eres un chiquillo.Antes de que seas un hombre y me matest� a m�.Despu�s volvió la espalda y se fue, convertido de nuevo en la sombra negra que siempre hab�a sido.Y o� surisa alej�ndose bajo la lluvia.Madrid, septiembre de 1996VOL.I: EL CAPIT�N ALATRISTE69LAS AVENTURAS DEL CAPIT�N ALATRISTEEXTRACTOS DE LAS FLORES DE POESIA DE VARIOS INGENIOS DE ESTA CORTEImpreso del siglo XVII sin pie de imprenta conservado en la Sección �Condado de Guadalmedina� delArchivo y Biblioteca de los Duques del Nuevo Extremo (Sevilla).ATRIBUIDO A DON FRANCISCO DE QUEVEDO,ALABA LA VIRTUD MILITAR EN LA PERSONADEL CAPITAN DON DIEGO ALATRISTE.SonetoT�, en cuyas venas laten AlatristesA quienes ennoblece tu cuchilla,Mientras te quede vida por vivilla,A cualquiera enemigo te resistes.De un tercio viejo la casaca vistes,Vive Dios que la vistes sin mancilla,Que si alguien hay que no pueda sufrilla,Ese eres t�, que de honra te revistes.Capit�n valeroso en la jornadaSangrienta, y en la paz pundonoroso,En cuyo pecho alienta tanto fuego.No perdonas jam�s bravuconada,Y empe�ada tu fe, eres tan puntoso,Que no te desdir�s, aun siendo Diego.AL MISMO ASUNTO, A LO BURLESCO.D�cimaEn Flandes puso una pica,Y a�n puso m�s, porque pusoEn fuga al gabacho iluso,A gritos pidiendo arnica,Que vello fue cosa rica,Si sufrillo, rota triste;Con cualquier contrario embiste,M�s no hallo de qu� me espante,Pues nadie hay m�s bravo en GanteQue el Capit�n Alatriste.DEL CONDE DE GUADALMEDINAA LA ESTADIA EN MADRID DE CARLOS,PR�NCIPE DE GALESSonetoVino Gales a bodas con la infantaVOL.I: EL CAPIT�N ALATRISTE70LAS AVENTURAS DEL CAPIT�N ALATRISTEEn procura de t�lamo y princesa,Ignorante el leopardo que esta empresaNo corona el audaz, sino el que aguanta.A culminar la haza�a se levantaCual �guila segura de su presa,Sin advertir que es vana la promesaQue por razón de Estado se quebranta.Pol�tica lección esto os ense�a.Carlos: que en el marasmo cortesanoNo navega con br�o el m�s ufanoPiloto, ni mejor se desempe�aDonde el �xito al fin ci�e la frenteAl m�s gallardo no.s� al m�s paciente,DEL MISMO AL SE�OR DE LA TORRE DE JUAN ABAD,CON S�MILES DEL SANTORALOctava rimaAl buen Roque en sufrido claudicante,A Ignacio en caballero y en valiente.A Domingo en batir al protestante.Al Crisóstomo Juan en lo elocuente,A Jerónimo en docto y hebraizante,A Pablo en lo pol�tico y prudente.Y en fin, hasta a Tom�s sigue Quevedo,Pues donde ve una llaga, pone el dedo.VOL.I: EL CAPIT�N ALATRISTE71LAS AVENTURAS DEL CAPIT�N ALATRISTEAGRADECIMIENTOSA Sealtiel, por prestarnos el apellido.A Julio Ollero, por la Topograf�a de Madrid de Pedro Texeira [ Pobierz całość w formacie PDF ]